sábado, 22 de marzo de 2008

La esencia caótica.

Si reducimos el rock and roll a un solo nombre siempre nos saldrá Keith. Elvis no es el rock and roll, tampoco los Stones. Nadie puede serlo salvo él. Keith. Su rostro calavera empapando de blues las pantanosas arrugas del alma. Su guitarra desaliñada destilando acordes imperfectos. El ritmo carnal y lujurioso de seis cuerdas desafinadas. Keith, riéndose burlón del mundo.El viajero incansable, el yonki crepuscular, el cowboy que ha sobrevivido a siete duelos con la muerte.
Me gustaría tomarme una copa con Keith. Escuchar sus historias. Sentir en una noche el rayo más auténtico y prohibido. Aprender de su mirada. Empaparme de su clase. Destilar ese magnetismo distinto y único, provocador y lascivo . Tú lo sabes mejor que nadie, Keith, la vida es mucho mas divertida cuando sólo es rock and roll.

1 comentario:

Bonnie dijo...

Jaja, grande Keith...