Islas Cíes como rocosos perros de la lluvia, mojados de oceano, siempre deseando un viajero más, otro beso sobre su lomo, pies de caminante en armonía. Para amar, para olvidar, Islas Cíes.
Volveré pronto, esperadme, me queda aún mucho que sentir sobre vosotras, me persigue vuestro hechizo a cada paso, como una mujer hermosa a la que hubiera abandonado. Volveré, y quisiera ser un ave o una flor tal vez una caracola para fundirme dentro de vuestra piel, Islas Cíes.